Tú que
estas lejos de mí, que solo eres distancia y tiempo, afortunado el que te tiene
junto a él, desafortunado yo que no tengo ni tu aliento. Y es que a veces el
destino nos la juega, nos da dos de tres sin cuartel ni bandera. El no desea más
que tu cuerpo, yo me conformo con ver tu reflejo, tenerte entre mis brazos,
olerte el pelo, verte largo tiempo a los ojos y sin palabra alguna decirte
cuanto te quiero. Toda la gente me pregunta por qué no te tengo aquí o tu no me
tienes contigo, ellos no entiende que hace tanto trafico y seguidos atascados
en plena avenida, al amor no se renuncia se renuncia a las personas, tu y yo
seguimos siendo empleados de la profesión de los enamorados, en el departamento
los que se tienen lejos, que añoran romper la distancia en pedazos. No estamos
solos corazón, pon mucha atención, un día, el menos esperado, llegare sin
previo aviso, sin dinero, ni pasado, para que nada, absolutamente nada me aleje
de tu lado.
No
renunciemos al amor, que el semáforo no tarda en ponerse en verde.